5 métodos exprés para adelgazar
Peso OK después de Navidad
Pierde los kilos que has cogido en estas fiestas y depura tu organismo. Te presentamos cinco formas sanas y efectivas para conseguirlo. Este año, cumple tus buenos propósitos de comer bien y comienza ¡ya! a cuidarte para estar estupenda en primavera.
Las fiestas navideñas suelen pasarnos factura, no solamente por los kilos de más que suelen cogerse, sino por el exceso de toxinas que recibe nuestro organismo. Al ingerir más azúcar, más grasas, más alcohol, más tabaco y más cantidad de comida de la habitual nuestro hígado y nuestro páncreas hacen un esfuerzo extraordinario durante estos días. Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan no sólo un descanso sino una depuración.
Nuestro objetivo es ayudarte a perder tres kilos en un mes. Para conseguirlo, te proponemos cinco métodos para perder lo que te sobra, limpiar tu cuerpo y empezar el nuevo año con energía, salud, equilibrio y ¡el cuerpo que deseas!
1. Plan de choque: desintoxicación
Después de las excesivas comidas y cenas navideñas, los dulces, las grasas, el alcohol, el tabaco e incluso la falta de sueño, tu organismo necesita hacer un 'break'.
Con todas las calorías de más que has ingerido, tus órganos, sobre todo tu sistema digestivo, te están pidiendo a gritos un ayuno. Te proponemos hacerlo a base de caldos (lo que más apetece en esta época), zumos naturales, fruta, infusiones, verduras y alimentos muy sanos y ligeros.
Dieta modelo. Nada más levantarte, tómate un vaso de agua tibia para hidratar, limpiar y preparar tus intestinos. Puedes sustituirlo por un zumo natural de limón o naranja. Dúchate, vístete, haz ejercicio… espera un rato antes de desayunar, tu metabolismo se habrá puesto en marcha.
Desayuno. Toma fruta fresca madura (piña, papaya, pomelo, manzana) hasta saciarte. Durante unos días, cambia la leche por una infusión (té verde o blanco, jengibre, verbena…).
Media mañana/media tarde. Una pieza de fruta (los frutos rojos son excelentes), un zumo natural o una infusión de hinojo o diente de león.
Comida y cena. De primero, una ensalada variada hecha sólo con vegetales frescos y aliñada con aceite virgen de oliva, o verduras cocidas al vapor. De segundo, mijo o arroz integral hervidos, patatas al horno, queso fresco, requesón, tofu, legumbres o frutos secos naturales bien masticados. De postre, un yogur natural, kéfir o compota de manzana sin azúcar o endulzados con miel, sirope de arce o azúcar de caña.
2. Depuración a base de fruta
No puedes alimentarse sólo a base de frutas pero un día de vez en cuando permitirá que tu organismo descanse (sobre todo los órganos encargados de la digestión), se limpie y queme las grasas acumuladas. También puedes hacer cenas a base de fruta fresca algún día de la semana o utilizarla para compensar alguna comida copiosa en la siguiente ingesta.
Limpieza interior. Pasando un día a base de frutas hidrata tu organismo, arrastra impurezas y te aporta un extra de vitaminas, minerales y oligoelementos indispensables para la salud. Es el mejor método para conservar la juventud, la energía y hasta la alegría.
Alimentos alcalinizantes. Es decir, que contrarrestan los efectos acidificantes de alimentos como la carne, el pescado, los huevos, quesos curados, harinas, azúcar, café, alcohol o refrescos. Las frutas combaten el efecto de las sustancias tóxicas que acidifican el pH del organismo.
Un día a la semana. De vez en cuando límpiate y mantén el peso comiendo todo un día base de la misma fruta, por ejemplo, manzanas; elige plátanos si tu actividad física es intensa.
Cura de uvas. Es una de las más conocidas, perfecta por ser una fruta propia de la estación. Las uvas renuevan la sangre, combaten el agotamiento de los órganos y depuran el hígado. La cantidad de uvas que ha de ingerirse durante un día de depuración es de un kilo a kilo y medio. Intenta comerlas con piel y pepitas, ya que son las que más activan el intestino y depuran el organismo. Si tienes el estómago delicado, puedes hacer la cura a base de zumo natural de uvas preparado en la licuadora.
Ideal porque... La cura de uvas normaliza el sobrepeso y aporta fructosa, lo que nos permite mantener nuestro nivel de energía. Abstente si tienes diabetes o el azúcar alto.
Caldo depurativo
Si te sientes muy pesada e intoxicada, durante uno o dos días intenta tomar solamente este caldo vegetal desintoxicante.
Receta. En un litro y medio de agua echa una zanahoria grande, un calabacín, una cebolla mediana, un diente de ajo, perejil fresco y un tallo de apio. Puedes añadir algas para enriquecer el caldo con vitaminas y minerales.
Cuándo. Un vaso por la mañana y otro antes de acostarte bastan para eliminar las toxinas a través de la orina. Idea. Hazlo para una semana y guárdalo en la nevera, es la base ideal para preparar sopas invernales con copos de avena, fideos o miso. Perfectas para una cena depurativa y súper ligera.
3. Dieta hipocalórica
Perfecta para los amantes de la comida tradicional, quienes no soportan el ayuno o no son muy amigos de la fruta. Lo ideal es acudir a un nutricionista o un endrocrino para que te prescriba una dieta personalizada baja en calorías.
La visita es obligatoria si padeces diabetes, insuficiencia renal, hipertensión, depresión o cualquier problema de salud. Menos cantidad, más calidad. Si no existe ningún problema, tú misma puedes poner en práctica una dieta hipocalórica.
¿La clave? Comer de forma variada, sana y en menor cantidad. Esto significa reducir las raciones pero no las ingestas (cinco diarias), eliminar grasas, cocinar de forma ligera y elegir alimentos inteligentes.
Prohibido. Los resultados serán rápidos y espectaculares si eliminas de tu alimentación el azúcar blanco (sustitúyelo por miel, sirope o azúcar integral), las harinas y cereales refinados, la bollería industrial, las grasas, los alimentos precocinados, la 'fast food', los zumos envasados y los refrescos.
Sustituye. Los lácteos enteros por desnatados o productos de soja.
Dieta modelo. Te proponemos los menús del libro 'Comida sana' (ed. Almirall Prodesfarma), de los presentadores del programa 'Saber vivir'.
Desayuno. Compota de manzana y pera, una tostada y un yogur desnatado.
Comida. Ensalada de tomate y queso fresco con orégano, mejillones al vapor y un kiwi. Pimientos asados, ternera guisada y manzana asada. O ensalada de endivias y lentejas, conejo guisado con cebolla, un yogur desnatado.
Cena. Acelgas salteadas, pescado azul y un yogur con semillas de lino. Ensalada de berros y zanahoria, pescado hervido con cebolla, yogur. Ensalada, tortilla francesa y un yogur desnatado.
Tentempiés. Una pieza de fruta, un zumo natural, una infusión o un yogur desnatado.
4. Disocia tu dieta
Esta es una de las dietas preferidas de las famosas, ya que permite perder peso y mantenerlo sin pasar hambre. Las dietas disociadas prohíben mezclar ciertos alimentos en una misma comida y afirman que lo importante no es lo que se come, sino cuándo y cómo se come. Algunas se basan en la separación de hidratos de carbono (glúcidos) y proteínas, y otras de hidratos de carbono y grasas (Montignac).
Por qué se adelgaza. Al separar los glúcidos de las grasas no se produce acúmulo de grasa en los adipositos y, sin darnos cuenta, reducimos la ingesta. La ventaja es que no hay que comer poco ni renunciar a muchos alimentos.
Cuidado. Si sigues esta dieta durante unos días, una temporada o de forma habitual, debes ser muy consciente de ingerir cada día alimentos de todos los grupos para recibir el aporte de nutrientes que tu cuerpo necesita. Si por la al medio día tu ingesta se basa en los hidratos de carbono (p.e. pasta), por la noche debes tomar proteínas (p.e. pescado). Todas las comidas deben ir acompañadas por verduras y frutas frescas. Que no falten tampoco las grasas saludables: aceite de oliva, frutos secos, aguacates, aceite de girasol o lino.
Dieta modelo. Haz un desayuno a base de fruta fresca y una infusión, un yogur o leche desnatada o de soja. Si tienes mucha hambre, añade una tostada de pan integral con mermelada de dieta.
Comida. Un plato de pasta con vegetales y un yogur con miel de postre. O una ensalada variada sólo a base de vegetales y un plato de arroz o legumbres (sin carne).
Cena. Verduras cocidas, pescado o carne a la plancha, compota de manzana o requesón. Entre horas. Una fruta, una tortita de arroz inflado, un puñadito de frutos secos, una zumo natural.
Los dulces. Procura separarlos de las comidas principales, esto es, tómalos entre horas (unas galletas integrales, un par de onzas de chocolate negro, bizcocho casero…) o en el desayuno.
5. Dieta todoterreno
En su libro ‘Calorías de calidad’ (ed. Blume), Kirsten Hartvig nos propone una serie de claves para cambiar nuestros hábitos alimenticios y conseguir una dieta sana y baja en calorías que nos permita adelgazar y mantener el peso para siempre.
Elige bien. Si nuestro objetivo es adelgazar, esta experta afirma que debemos escoger alimentos que tengan pocas calorías pero muchos oligoelementos, vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y aminoácidos. También es importante evitar estimulantes como el café, el té, el azúcar o el chocolate. Los productos lácteos, excepto los yogures, también deberían dejarse de lado o sustituirse por productos hechos con soja.
Dieta modelo. Al levantarte, toma un vaso de agua o un zumo de fruta sin azúcar añadido.
Desayuno. Una infusión de hierbas, té verde o zumo, medio pomelo y macedonia de frutas con frutos secos y semillas; copos de avena con leche de soja, arroz o almendras; yogur desnatado o de soja con fruta deshidratada, frutos secos o semillas; o fruta y pan integral con miel.
Tentempié. Agua, zumo, de frutas o infusión con una pieza de fruta, palitos de verduras crudas, una galleta de avena o una tortita de arroz o maíz inflado.
Comida. Para empezar, una pieza de fruta fresca (prepara el estómago y hace más ligera la digestión que al final de la comida) y una gran ensalada preparada con verduras frescas e hierbas aromáticas (tomillo, perejil, mejorana…) acompañada con pan integral o de centeno untado con 'humus' o mantequilla de frutos secos.
Cena. Una pieza de fruta, un plato de sopa y otro compuesto por hortalizas de raíz, cereales o granos (remolacha, 'bulgur', zanahoria, nabo, maíz, patata, arroz integral…) y un alimentos graso o proteico (aguacate, legumbres, queso, huevos, pescado, carne magra, gambas, tofu…).
14 enero 2009
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