Cosas que puedes y no puedes decir en una entrevista
Todos nos hemos enfrentado alguna vez a una entrevista de trabajo y siempre nos preguntamos si lo hemos hecho bien o no. La realidad es que hacerlo bien o no va a depender de lo que estén buscando y de la actitud del entrevistador y su forma de ser.
Todo influye a la hora de poder ser seleccionado, con lo cual, los fracasos en las entrevistas no podemos orientarlos siempre a nuestros errores o meteduras de pata, tal vez no cumplimos el perfil de lo que buscan, el entrevistador es muy quisquilloso, buscan algo que no existe, etc. No siempre seremos los culpables.
Lo que sí podemos es trabajarnos un poco la actitud que vamos a seguir para no caer en trampas que nos pongan o en comentarios fuera de lugar o desafortunados. Nosotros queremos ser seleccionados y el entrevistador quiere que seamos el candidato ideal, con lo cual, ambos estamos en distinta línea de trabajo y solo los más afortunados se unirán en un objetivo común.
Tienes que tener claro a la hora de acudir a una entrevista el hecho de que no puedes ser otra persona que no eres ni intentar cumplir a la perfección los requisitos que tú crees que están buscando, porque cabe la posibilidad de que te equivoques del todo. Lo mejor es mantenerte dentro de la normalidad e intentar responder al cuestionario con sinceridad y tranquilidad. Si algo no sabes o no cumples algún requisito, no intentes inventarte cosas o aparentar que sabes, si eres seleccionado te verás en un problema.
Cuando no conozcas un programa informático, por ejemplo, o no tengas experiencia en determinado campo házselo saber sin complejos, en ultimo término es el entrevistador quien decide si eres seleccionado o no, tú no tienes la última palabra y tal vez ese requisito no sea de los imprescindibles.
Partes de la entrevista
En una entrevista se abordarán varios campos. En primer lugar está el plano profesional y académico:
Aquí tendrás que dar todos los detalles que resulten relevantes para el puesto y fomentar lo que te pueda ayudar, dándole más importancia. Por otro lado, intenta dar poco interés a trabajos o cursos menos relevantes y no representativos para el puesto en cuestión.
Sigue una estrategia de refuerzo de tus puntos fuertes e ignorancia de los débiles, a no ser que te los pregunten directamente y te pidan explicaciones. Aún así, tú podrás seleccionar la información que das siempre. No es muy atrayente para una empresa contratar a alguien conflictivo o con muchos despidos anteriores, sospecharán de tus cualidades o de tu aptitud en el trabajo.
Intenta evitar hablar de antiguos trabajos negativamente o poner etiquetas negativas a personas con las que trabajaste, ya sean empleados o jefes, estarás dando una mala imagen ya que alguien que responsabiliza a los demás de sus despidos, no se siente responsable de sus errores, y esto no gustará a una nueva empresa: les estas diciendo que no eres responsable de tus actos y que culpas a los demás de tus desdichas. Será útil que te responsabilices en parte de algunos detalles enseñando que puedes ser humano y que aceptas que pudieras hacer algo mal
Cuando hables de antiguos trabajos, puedes reforzar las ideas de trabajo en equipo, buena integración en poco tiempo, etc, siempre teniendo en cuenta el puesto al que optas, para ello necesitarás una buena información que deberás haber solicitado antes de acudir a la entrevista. No puedes venderte como buen comunicador si tu trabajo es solitario.
El segundo aspecto a destacar en una entrevista va a ser tu vida personal y tus objetivos de futuro.
En este sector, está muy de moda preguntar, sobre todo a la mujer, sobre la idea de tener o no hijos o de casarse o no, dedicación de horas que está dispuesta a dar a la empresa y sacrificio personal (sobre todo en horario). Para enfrentarte a estas preguntas, debes tener claro lo que necesitas de este trabajo al que optas.
No te vendas como alguien superdispuesta a todo y por encima de todo si en realidad tu idea es tener un hijo en breve y reducir la jornada laboral. A largo plazo te verás en un lío puesto que la empresa se considerará engañada. No puedes engañar con tal de conseguir el trabajo porque luego será peor. Intenta ser sincera y transmitir tus necesidades y tus ideas, si ello hace que no seas seleccionada, entonces mala suerte, pero no te verás comprometida en algo que no te interesa.
Lo mismo ocurre cuando valores la capacidad de dedicación y de trabajo. No todo vale, si quieres la tarde libre para estudiar ingles, por ejemplo, no puedes decir que estás dispuesta a quedarte las horas que hagan falta y a echar horas extras. Tal vez tú no le des importancia, pero sí es un factor importante para la empresa, cuando llegue el momento tendrás que decir que no y entonces se sentirán engañados por ti otra vez y no les gustará. Otro aspecto a tener en cuenta es si debes dar información cuando no te la piden.
Algunos entrevistadores dan la opción de aportar lo que quieras al finalizar la entrevista y este es tu momento para venderte bien y reforzar tus puntos fuertes, también para preguntar dudas y pormenores. ¿Qué tipo de información debes dar? Pues depende:
Puedes dar información para venderte mejor, explicar algún detalle de alguna meta conseguida en otro trabajo y que está relacionada con lo que te están pidiéndo en éste, algún estudio o conocimiento que pueda ayudar y que haya pasado por alto, etc. También puedes hablar de tu personalidad resolutiva, trabajadora, responsable, etc, aunque pueda resultar algo pedante les gustará que intentes venderte, siempre y cuando no mantengas una actitud de perfeccionismo y de sabelotodo.
Puedes dar informacion escrupulosa y puntillosa sobre algunos trabajos o cursos que has realizado. Si no te lo han pedido es porque no les interesa así es que no te detengas en describir demasiado cada punto del currículum céntrate solo en lo que veas que les ha interesado, no se trata de hacer un discurso sobre lo buenísima trabajadora que eres, tal vez no les interesen los detalles y sí tu aptitud general ante el trabajo y la responsabilidad.
< También puedes caer en la tentación de dar detalles sobre tu situación personal, sobre todo económica, con el fin de dar pena o de hacerte la victima, para que sepan lo mal que lo estás pasando después de X meses en paro. Estos detalles probablemente sean poco relevantes a la hora de decidir seleccionarte, así es que no te centres en ello e intenta pasarlo por alto. Ir de víctima les enseña a que no solucionas tus problemas y a que te quejas de ellos con cualquiera, tal vez no les guste. Todos necesitamos dinero para vivir, no es algo que te haga especial y merecedora del puesto.
07 septiembre 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario