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01 mayo 2009

Emilio Calatayud Pérez - Lección Magistral (1)

10 habitos de oro

10 hábitos de oro

Cada día se publican montones de artículos y estudios sobre salud, nutrición y hábitos saludables. Muchas de estas recomendaciones son difíciles de seguir, poco creíble o raras. Si hiciéramos caso de todo lo que se dice o se publica, nos meteríamos en una burbuja y sólo comeríamos alimentos macrobióticos, orgánicos y biológicos.

Sin caer en exageraciones, hay hábitos, gestos y pautas que sí pueden mejorar nuestra vida, nuestra salud y nuestro aspecto de forma espectacular. De entre todo lo que he leído y probado, me quedo con estos diez puntos, que os recomiendo probar:

1. Beber un par de vasos de agua tibia en ayunas. Hidrata el cuerpo tras el ayuno nocturno, prepara los intestinos para digerir los alimentos que recibirán después y actùa como depurativo del organismo. Si el agua te cuesta, cámbiala por un zumo natural o una infusión suave.

2. Hacer ejercicio antes del desayuno. Cuesta, porque la mayoría tendríamos que madrugar aún más para hacerlo, pero merece la pena. Un paseo, un poco de jogging, unas asanas de yoga o unos simples estiramientos pueden cambiar completamente tu día. El cuerpo, que no ha recibido alimento en muchas horas, quema las grasas para poder tener energía y pone en marcha el metabolismo, consumiendo con mucha más efectividad las ingestas posteriores. Aparte del bien que le hacemos a nuestro cuerpo y a nuestra mente activándolas con un poco de ejercicio suave. Tu humor cambiará por completo, te sentirás mucho más ágil y en forma para afrontar cualquier jornada de trabajo.

3. Comer fruta. No paramos de leerlo en todas partes, pero es imprescindible. Fresca y, a ser posible, a mordiscos para conserve la fibra y las vitaminas de la piel. Entre horas no hay mejor tentempié y, cada día, nos aporta las dosis de vitaminas y antioxidantes que nuestro organismo necesita para mantenerse joven. Los frutos rojos son los que más antioxidantes contienen. La piña y la papaya son excelentes para quemar grasas y facilitar la digestión. Según los científicos, las uvas contienen una sustancia, el resveratrol, capaz de regenerar los tejidos, las células y los órganos internos. Actualmente se comercializa bajo el nombre de Revidox, pero con un vasito de vino al día y un buen racimo de uvas te aseguras una buena dosis de esta sustancia.

4. De primero, ensalada. Esta es otra pauta gastronómica de oro. En cada una de nuestras ingestas debería haber verduras frescas o cocinadas de forma saludable. Lo mejor para el estómago es comenzar comiendo verde antes de pasar al plato principal, ya que los vegetales preparan el estómago para recibir alimentos más pesados. La fibra, vitaminas y minerales que te aportan las verduras son imprescindibles y, además, está demostrado que cuando aumentamos nuestro consumo de vegetales, desciende nuestro peso.

5. Comer menos carne y menos lácteos enteros. Si cambias la carne por pescado y los lácteos por desnatados o productos de soja, la cantidad de grasa almacenada en tus "carnes" descenderá de forma espectacular. Tu colesterol también se verá favorecido por este cambio. Y tus alergias, ya que los lácteos provocan exceso de mucosidad. En la edad adulta ya no es imprescindible tomar leche, el queso y los yogures son buenas alternativas. De todas las leches animales, la mejor para el organismo es la de cabra. Entre las vegetales, la de soja sin azúcar añadido es altamente recomendable. Como grasa, el aceite de oliva es insuperable.

6. Más agua. Mantener el cuerpo hidratado es fundamental para que nuestro orgaismo funcione adecuadamente. La mejor bebida natural es el agua, seguida del té verde por sus enormes propiedades antioxidantes. Los zumos naturales tamabién son un interesante complemento de la dieta, sobre todo los de vegetales (¡pruébalos!). Una copa de vino o una cerveza 'sin' son las únicas bebidas alcohólicas interesantes para el organismo.

7. Dormir. Es obvio, pero muchas veces no son sólo el trabajo o las obligaciones las que nos impiden descansar bien. A veces somos nosotros mismos quienes nos imponemos exceso de planes o actividades que nos roban horas de sueño. Y éste es el único proceso de autoregeneración con el que el organismo cuenta. Y como dice Penélope Cruz, si quieres estar guapa, duerme.

8. Fuera el azúcar. Me refiero al blanco o refinado, que nos aporta nada nutricionalmete y sí montones de calorías vacías. Además, en su síntesis requiere calcio y provoca picos de insulina que bajan nuestra energía y nos provocan ataques de hambre. Si consigues sacarlo o reducirlo notarás una increíble bajada de peso y un aumento de tu energía. Él problema es que el azúcar se esconconde en muchos alimentos envasados. Mira las etiquetas de lo que compras y sustituye el azúcar por panela, azúcar integral, siropes o miel. También son bastante calóricos, pero al menos te aportan nutrientes interesantes.

9. Caminar. Todos sabemos que hay que hacer ejercicio, pero no siempre tenemos el tiempo ni la ganas. Pero andar es fácil, barato y agradable, puede hacerse en cualquier lugar y en cualquier momento. Caminar al menos 20 minutos cada día cubre el cupo de ejercicio cardiovascular que necesitamos. Si aumentamos el tiempo, mejoraremos nuestra capacidad pulmonar, activaremos la circulación, fortaleceremos las piernas y podremos controlar mejor nuestro peso.

10. Quererse a uno mismo. De todas, tal vez ésta se la clave más importante para estar sano y feliz. Cuando te quieres, te cuidas, te das mimos, estás más alegre, más luminoso. Cuando te quieres, quieres mejor a los demás y ves la vida con más positividad. Expresar los afectos y las emociones, buscar aficiones y prácticas que nos aporten serenidad, hacer el amor, pasar ratos solo con nosotros mismos, vivir de una forma más consciente, alargan nuestra vida y los momentos de felicidad.